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jueves, 30 de abril de 2020

Un puzzle de sueños

Escribes un poema como un puzzle
cuyas piezas son todas las palabras
que existen en tu idioma
más alguna que acabas de inventar.

El tema puede ser muy diferente
según el viento que sople en tu interior:
una vieja iglesia de Florencia,
escenas de amor sobre la hierba 
o los amarillos de Van Gogh.

Siempre falta alguna pieza
pérdida en un rincón de la memoria,
palabras que no consigues encajar,
colores de difíciles matices.

Algunas duelen como espinas,
otras sorprenden por su olor.
Recuerdos que llevan a tu infancia;
trozos son, retazos todos de tu vida.

Un puzzle cargado de emociones
que tu alma compone pieza a pieza
y cuelgas como un cuadro en un papel.

Monotonía de la pérdida

Cruzan el mar barcos vacíos.
Un mar de un gris hastío.

Del mar se llevaron el cielo.
Del mar se llevaron los peces.
Del mar se llevaron el sol.
Del mar se llevaron el viento.

Cruzan el mar barcos vacíos.
Un mar de un gris hastío.

Sin corazón el mar.
Sin ilusión el mar.
Sin horizonte el mar.

Hasta la soledad se llevaron.


Hasta los barcos vacíos.

lunes, 27 de abril de 2020

Mundo desordenado

Tras la ventana,
como un cuadro,
paisaje de mar
en el lugar que ocupaba 
la tierra.
Barcos varados,
nubes, alguna gaviota.

Mi abuela mirando
mi mirada,
ojos de infancia,
ojos de ternura;
olor a pan con nata
en la cocina.

Una persiana se rompe
donde antes había luz.
Voces al otro lado
del pasillo; lobos
 asomados por la orilla
y un estigma
que anuncia el pasado.
Sutiles amenazas en los pasos,
sombríos cuchicheos de penumbra
y el rumor de un coche negro.
Retorna la tierra rota
a mirar tras los cristales.

Desordenado el mundo...
El tiempo se adentra 
en el silencio y se detiene.
Solo en los sueños

duermen los recuerdos.

sábado, 25 de abril de 2020

Senryus (reflejados en la niebla)

Llega la niebla
se adentra por la ría,
el mar se esconde.

Llega la niebla
mis pensamientos callan,
melancolía.

Melancolía, 
se esparce la tristeza
llegó la niebla.

El mar se esconde,
muy dentro de la ría 

llegó la niebla.

viernes, 24 de abril de 2020

Poesía eres tú

Digo agua y acabo de inventar 
un azul de olas que llegan a tu orilla,
y el azul dibuja otro tono
en tus oídos, quizá verde
o amarillo; quizá un latido.
Los lunes, se transforma el color
en lágrimas oscuras;
junto con las mías llenamos
océanos de blanca espuma.
Los viernes aparece una golondrina 
volando entre tu pelo, cae confeti
de las nubes, y yo sonrío 
limpio y admirado.
Escribo arena, tú lees caracola,
se oye el mar, suena la sirena 
de un barco; un niño pasea
por la playa, la de tu infancia 
la de la mía, con sus rocas y su faro.
Esparzo palabras, mueven el silencio,
chocan entre sí, se rompen en letras,
minúsculos pedazos que tú modelas
con recuerdos —Ulises flotando sobre
ellas, dichoso, vuelve a casa—.
Versos mezclados con hambre de alimento,
con ellos creas sinfonías, sus notas 
dulces y amargas; así el sendero
de la vida.
Palabras...cuerdas que saltan por encima
de los miedos, como en un juego.
Mis torpes poemas dibujan pinceladas
que aparecen en un cuadro de Cezanne
con tu mirada.

Poeta soy, por un instante. 

jueves, 23 de abril de 2020

Pasando el tiempo

...crece el olivo,
sin prisa;
asoma  fruta
en un manzano;
bebo un café,
ojos tranquilos,
pensativos
—los posos del café no dicen nada—

escribo,
palabras que se esconden
a mi vista;
puntillista, cae la lluvia,
dibuja la memoria
una ciudad
tras la ventana 

a lo lejos el arroyo de 
la infancia

una sonrisa 

¿sabrá el tiempo

lo que es lejos?

martes, 21 de abril de 2020

Crónica de una muerte anunciada

Corre la gente hacia el supermercado,
peleas por los carros, pasillos atestados;
y al salir, ufanos, cual guerreros espartanos,
celebran la conquista: lejía, harina, levadura,
papel higiénico, cerveza, vino tinto, latas 
de atún, pescado congelado. 

Los médicos advierten: faltan mascarillas, epis
y camillas. Se acumulan los dolientes en urgencias.
Fiebre, tos y duele el aire. Deprisa se construyen
hospitales y alguien se da cuenta: no teníamos 
suficientes sanitarios, no sabemos donde 
comprar los materiales. Alguien, con nombre
y apellidos, pasa su última hora en solitario,
una lágrima recorre los pasillos; aplazado,
llora el duelo, trastornado.

Eligió toda la muerte el mismo día.

Aparecen leyes, normativas: ¡quédate 
en casa y lávate las manos! Cada día 
nos cuentan gráficas y números, parte
de guerra sin ver al enemigo, no suenan
sirenas que anuncien bombardeos.

Les falta aliento a los mayores y pasan
a formar parte de heladas madrugadas,
 estadísticas que no valoran el pasado.
Su epitafio refleja crudamente: 80 años,
hipertenso, presa fácil.

Eligió toda la muerte el mismo día.

La naturaleza aprovecha su momento,
libre del humano se reinventa. Se ven
corzos corriendo por las avenidas,
delfines que pasean por las playas,
y el aire recupera sus colores. Así 
es la vida; Tierra, llamamos al planeta.

Y yo aún no sé porqué eligió 

toda la muerte el mismo día.

domingo, 19 de abril de 2020

Mensaje guardado en una botella

Escondieron un mudo acordeón 
debajo de las olas. Cuando 
desafinado sopla el viento,
suena triste.

Sin palabras,
dentro de una botella 
guardaron el mar,
lo arrojaron a la tierra.

Océanos de nada
agua al cielo
le reclaman.

Respirar
quieren
notas de alegre melodía,
olor a mar.

Con extrañeza 
en mis pulmones
el aire me rodea, 
y busco.

Pensativo,
el mar en su quietud
en el fondo del silencio.

Interpreta el acordeón 
acordes que las olas

olvidaron hace tiempo.

viernes, 17 de abril de 2020

Ingenuidad

Soñé que alguien dejó 
un papel 
en el parabrisas del coche.
¿Una multa por mal aparcamiento?; quizás
una carta de amor 
de un Seat rojo a un Volkswagen amarillo.

Soñé que los ahogados soñaban
con ser pájaros, buscaban alas en el mar
y con las olas se impulsaban hasta alcanzar
el cielo con sus manos. Alguien les dice
que están muertos y no pueden volar;
serán alimento de los peces, el agua 
su único universo.
Pero yo soñé que volaban.

Hay sueños planos que destruyen la ilusión.
Yo sueño sueños curvos...

Llámame ingenuo.

jueves, 16 de abril de 2020

Muerte más allá del amor

“... polvo serán, más polvo enamorado” 
Quevedo


Sí, bien rara es la vida que vivimos,
no pagamos por sueños ni esperanzas,
tardamos en armarla y en amarla,
nada más aprender nos despedimos.

Ya sé que somos longitud y tiempo,
dependemos de fuerzas y de masas,
sabemos que las horas siempre pasan
y así evitamos todo contratiempo.

No nos sirven lisonjas ni medallas
pues seremos materia sin presencia 
en cuanto llegue a buscarnos la parca;

al menos podremos decir bien alto:
que la vida vivir hemos vivido 
si un día somos polvo enamorado.

martes, 14 de abril de 2020

Nadie

Soñé un lugar donde la quietud
fuese movimiento y no una
sucesión de soledades.
Desperté una noche 
y no vi a nadie,
a nadie, 
pesaba 
el aire,
amanecía.
Tuve 
miedo,

...

Solo cuatro letras

Esa ese es
 senda sinuosa,
silbante, presurosa;
a veces oscilante
insinuante otras;
suave sombra
 sostenida, silenciosa.
Dos letras me sonríen 
con sus ojos,
se burlan, me guiñan y bostezan;
dibujan círculos
que se columpian en la nada;
aros por donde saltan, 
tristes,
 los leones.
Ele, faro erguido,
muro y frontera;
cuerda de suicida,
árbol sin ramas,
puerta sin manilla;
final de un camino

cuesta arriba.

lunes, 13 de abril de 2020

Días

Comprobar la esencia de los días 
hurgando en los segundos;
desmontar reloj y calendarios,
extrañas maquinarias;
mezclar sueños y vigilias,
horas sin horario;
unir albas con ocasos
crepúsculo continuo.
Dejar que los días se sucedan
sin hacer caso del tiempo.
Ha sido, es, será.
¿Cómo contar ayer, hoy y mañana,
si no hay días ni semanas?
Inventar para que sirven los días.
Los días ... donde vivimos.
Donde vivimos, dicen, son los días. 

¿Dónde vivir sino en los días?

Philip Larkin

domingo, 12 de abril de 2020

No se sabe dónde

“Tengo miedo del sueño como se tiene miedo de un gran agujero,
todo lleno de un vago horror, que conduce no se sabe dónde;
yo solo veo el infinito por todas las ventanas...”
Baudelaire 

Un pitido infinito 
como un pájaro cansado;
un pitido que cautiva,
que te llama, que horroriza.
Un pitido que ocupa el universo,
te rodea: arriba, abajo;
por dentro de tu piel, envuelta 
en arena del desierto.
Tu cuerpo, tu alma, son rayas
en pantallas, números 
jugando con tu vida.
Sientes el mar, acaricia 
tus brazos, las mareas 
mueven tus pulmones.
Se oye por la playa
sonido de pasos, personajes
de un Jardín de las Delicias 
sin salida. Alejado el mundo,
carnaval en la caverna,
te sonríen máscaras con 
muecas; anuncian que en 
algún lugar es primavera
y hay sol y hay un mañana
con sabor a mandarinas.
Sueñas una mano que da
calor a la tuya y una voz
cantando una canción 
de cuna. Tu vida se sucede
como en un caleidoscopio.
¡Qué absurdo viento fue
el que aquí te trajo,
como un triste gorrión 
lejos de su árbol, de su nido!
Eres tiempo en soledad,
no hay manos conocidas,
lejos los ojos que brillaron
en tu vida. 
Se abren las ventanas 
y no sabes a dónde se 

dirige el infinito.

sábado, 11 de abril de 2020

Unos segundos de ternura

La quietud se mueve entre
un batiburrillo de emociones.
Acorde con el tiempo pasa
el  tiempo, llueve una
fina niebla que no llega
ni a ser lluvia. Lento el
reloj, veloz el tedio.
El miedo, guardado 
en un cajón, se atreve
a dar paseos por las noches,
tropieza con tus sueños
con torpeza.
Espera la esperanza
tendida en el jardín;
cuando abres la puerta
se ha marchado, deja 
un jirón verde en una rama.
Pasan volando humildes
pájaros sin nombre.
Siguen sin moverse
las montañas.
Entra la niebla...
Y tú, con frío en las ideas
y en las manos,
buscas por la casa dos 
o tres segundos de ternura.

“No me hace falta la luna
ni tan siquiera la espuma
me bastan solamente 
dos o tres segundos de ternura’

L.E. Aute

jueves, 9 de abril de 2020

Cansancio

A veces la vida cansa.

No es que quieras que
se acabe...
Solo es cansancio.

Has pasado tantos días,
en esto, en lo otro...

¿En qué?
En vivir dirás.

¿Era esto?

(Asoma el existencialismo
de tus veinte años).

Quedan algunos días 
por delante.

Veremos...

  Cuando estas solo donde nadie te hiere  buscas la herida