Mandan callar las voces vocingleras
son aquellas que nunca se equivocan,
no saben no saber,
no saben que saber que no se sabe,
dicen los dioses, es propio de sabios.
Sin dejar frases quedas en los labios
decir lo que se siente con respeto;
hablar libre, sin veto,
hablar con esa voz que no desdice,
callar para pensar lo que se dice,
pensar para decir lo que se calla;
la libertad es reto,
quien se amilana nunca da la talla;
no pasan la muralla
sus pies, sus ojos; sus manos no tocan
el cielo que en la tierra merecemos.
Temor a que nos den con la bandera,
tela de tapabocas su frontera.
Si malos vientos tu frente nutriera,
pues puede sobre ti caer el miedo:
fracaso, error, son nubes
que sirven como velas pasajeras,
utiliza su fuerza
no dejes que el desánimo retuerza
el sendero que llevas iniciado.
Tu voz marca trazado,
no mires hacia atrás; sin detenerte,
el futuro lo marca el atreverte.
Tu interior, lleno de una voz sencilla,
señala tu camino
(Venus y Marte siempre están mirando).
Tú eres quien decide, es tu destino:
mantén firme la quilla,
el viento está soplando.