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viernes, 16 de abril de 2021

Mi casa

 ¿Cuánto tiempo se tarda en construir una casa?


Se necesita:

Cemento, cimientos, argamasa,

piedras, ladrillos, escayola,

yeso, terrazo, silicona,

madera, azulejos y hormigón.


Ventanas, puertas, un tejado,

cristales, paredes, chimenea,

armarios, cocina, una despensa,

mesa, cama y un sillón.


Recuerdos repartidos por los muebles,

cuadros, cachivaches, una planta;

las fotos de aquel viaje por Italia,

el jarrón chino que no quieres romper.


Ojos que sepan ver por las ventanas;

algún libro: poesía, unas novelas;

notas de piano volando por el aire

a juego con los muebles del salón.


Un cerezo creciendo día a día 

con un gorrión jugando entre sus ramas;

aroma de café por las mañanas 

y un cómodo sofá para los dos.


El nombre de la calle no me importa,

ya se que cambia a cada poco,

a veces un pintor, otras un río;

yo nunca dudo que es mi calle,

en el número dos es donde vivo.


Pero me dan igual los materiales,

estructuras, objetos o recuerdos:

lo que en verdad valoro de mi casa

es verte pasear por el jardín.

miércoles, 14 de abril de 2021

La respuesta correcta no venía en el examen

 Amanece en el poema

...

En el sueño había nubes 

de tormenta

...

Despierto. Ya huele a café 

por la cocina; contemplo 

la fina lluvia cayendo 

entre la niebla. Mañana de abril 

con aire de noviembre.

También se enreda mi memoria

en la calma especial  de este paisaje.

La quietud esconde el movimiento,

como la nube esconde el agua

antes de verterla por la tierra

...

En los campos de la infancia siguen

creciendo noches en espera de un alba 

siempre pasajera. La estrecha sensación  

de los pasillos, su amenaza creciente

cuando te acercas a la luz. Los polluelos

indefensos, regalo de mi abuela. Después 

vino la vida... y pasó, sin darte cuenta.

Pero huele a café por la mañana

...

Aprender a vivir lleva su tiempo,

de examen en examen pasan años

hasta que sabes, siempre tarde,

que no era necesario titularse.


domingo, 11 de abril de 2021

Días sin lluvia

 Una mañana de julio,

quizás un martes de mercado,

aquel pirata de seis años

mirada limpia y, tras las pupilas,

un fondo de algas amarillas,

jugaba con sus barcos; 

lejos navegaba el mundo.

Un regato era el mar; 

los barcos, de papel.

En la cofa, vigía solitario, 

sus ojos se perdían en las islas

buscando tesoros llenos

de ausencias escondidas;

no había noticia del futuro. 

El horizonte: un sueño

teñido de sonidos, olas azules

salpicando aventuras.

El ruido del agua,

clara,

tapaba los sones sordos

de los tambores.


jueves, 8 de abril de 2021

Luz tenue

 visitar el vacío

con sus huecos recovecos

no arredrarse ante la falta

de líneas y contornos

el abismo no tiene signos 

de puntuación para agarrarse

impalpable la nada 

afilada hiriente

¿cómo puede doler donde no hay nada?

llorar

caminar por el trastero lugar del tiempo

sin segundos

¿cómo puede caber tanto espacio en el silencio?

tropezar

almacén de miedo y soledad

gastados en batallas sin historia


nadie habla no hay palabras 

nadie responde no hay nombres

               

la única certeza son las sombras

que ocultan las almas

y el color tenue al que huelen

los recuerdos

...

volver

con una luz en la mirada

y no saber todavía qué ilumina


lunes, 5 de abril de 2021

Tiempo en espera

 Hay tanta lentitud en el paisaje,

se puede ver el fruto en su raíz.

La lluvia besa el aire, detenida;

mi vida alojada en sus esferas.

El tiempo se aleja del poniente

temiendo que, algo, 

allá en lo oscuro,

se despierte...


jueves, 1 de abril de 2021

Ventanas (Edvard Munch: “El beso en la ventana”)

 El viento no tiene labios. 

El viento no tiene manos. 

El viento no puede abrazar. 

El viento no sabe el sabor de un beso. 

Celoso de los amantes, 

deseando desear,

abre puertas y ventanas;

agarrado a las cortinas 

ve dos cuerpos ensamblados

como un mar en la tormenta,

rumores de flor y rayos, 

fuego quemando las olas, 

guerra sin bandera blanca.

El viento no tiene piel,

no hay palabras en su voz,

no hay espacio en su silencio.

¿Sabe el viento que el deseo 

pasea por el alambre

entre la vida y la muerte?

Ajenos siguen los cuerpos

—cautivadoras tinieblas—. 

Fuera sigue la rutina

con su azul y su amarillo.


  Cuando estas solo donde nadie te hiere  buscas la herida