Seguidores

jueves, 23 de enero de 2020

Soledades 1


Por calles vacías: sol, soledad;
en los soportales: sombra, oscuridad.
Aire irrespirable de mitad de agosto,
corazón sin agua, paisaje desierto.
Esquinas, aceras, algún paseante
llevando tristezas a ninguna parte.
Pasan autobuses vacíos de aire,
sin chofer, sin gente, destino al pasado.
Árboles cansados ya no dan su sombre,
nadie se cobija, no se ven sus hojas.
El sol en lo alto al caos no lo ordena,
cansar su mirada pides a la noche.
El futuro allá lejos no sabes que espera:
está el mar oculto tras un baluarte.
Buscando otros ojos no encuentras a nadie,
contienes el caos con cadenas de sueños
y vives de noche por no ver el cielo
Podrías volar, superar las murallas...
pero Ícaro es frágil, sus alas de cera.

Mineral solitario


Voy adentrándome en la tierra,
dejo atrás cielos y tormentas,
atravieso cuevas y volcanes
como mineral solitario
que se rompe en mil fragmentos.

Exploro simas insondables,
recónditas cavernas
y llego al abismo más profundo
que hay bajo la tierra
—Tártaro que nombran los antiguos—
el núcleo de la negra oscuridad
allí donde la pena se origina,
donde el silencio tiene su guarida.

Atravieso pasillos de locura,
estrechos pasadizos de tristeza
y así sigo, paso a paso,
paso a paso, buscando
olor a alisios y salitre:
¿al otro lado el mar?

  Cuando estas solo donde nadie te hiere  buscas la herida