Comprobar la esencia de los días
hurgando en los segundos;
desmontar reloj y calendarios,
extrañas maquinarias;
mezclar sueños y vigilias,
horas sin horario;
unir albas con ocasos
crepúsculo continuo.
Dejar que los días se sucedan
sin hacer caso del tiempo.
Ha sido, es, será.
¿Cómo contar ayer, hoy y mañana,
si no hay días ni semanas?
Inventar para que sirven los días.
Los días ... donde vivimos.
Donde vivimos, dicen, son los días.
¿Dónde vivir sino en los días?
Philip Larkin
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