Seguidores

sábado, 11 de abril de 2020

Unos segundos de ternura

La quietud se mueve entre
un batiburrillo de emociones.
Acorde con el tiempo pasa
el  tiempo, llueve una
fina niebla que no llega
ni a ser lluvia. Lento el
reloj, veloz el tedio.
El miedo, guardado 
en un cajón, se atreve
a dar paseos por las noches,
tropieza con tus sueños
con torpeza.
Espera la esperanza
tendida en el jardín;
cuando abres la puerta
se ha marchado, deja 
un jirón verde en una rama.
Pasan volando humildes
pájaros sin nombre.
Siguen sin moverse
las montañas.
Entra la niebla...
Y tú, con frío en las ideas
y en las manos,
buscas por la casa dos 
o tres segundos de ternura.

“No me hace falta la luna
ni tan siquiera la espuma
me bastan solamente 
dos o tres segundos de ternura’

L.E. Aute

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Por qué no hay sitio para los mirlos?

  Pan con aceite y un café. El campo frío, todavía. La luz va desplegando el calor de su mirada. Aquí huele a hogar y pan caliente. Allí irr...