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domingo, 7 de noviembre de 2021

La llamada de la tierra

Ladran lamentos los perros, 

se alarga la madrugada;

arrastrada por el rostro,

hay una hora que aguarda.

El silencio no hila voces;

se perdieron las palabras

ya tanto tiempo apagadas;

recuerdos enjalbegados. 

La madre tierra royendo,

cruel en áspera espera,

te reclama con arrullos 

y tu cuerpo forcejea.

Los huesos miran al cielo,

la piel no abriga latidos

todo aliento detenido,

muy lejos quedó la casa.

Muy lejos callan los vientos,

el alma mira las nubes

y se escapa con un soplo;

el descanso se hace cuerpo.

La tierra estaba esperando…

Morir, le llaman los vivos.

 

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