No estaba lejos mi piel de tu piel.
Extendido entre los dos,
un aire infinito
jugaba con el tiempo.
Y el tiempo se hizo viento.
Desarbolado espacio...
Extraviado.
Perdido.
Ebrio de tus ojos
verdes,
inmensos,
que dan luz
a la vida
y a los cuerpos.
Seré aire,
seré viento.
Por estar cerca...
Infinito seré,
seré tu tiempo.
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