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miércoles, 15 de junio de 2022

Escenas, pobres (casi arte), de la vida cotidiana

 Suenan palabras rasgadas,

lleva canción en los labios,

sobre pasos de alta mar

por la calle Mayor

su ingravidez avanza.


De improviso,

la colilla que jugaba entre sus dedos

vuela en repetidas volteretas

cayendo entre rendijas de una arqueta sumidero.

Movimiento de brazos, lamentos vanos.


De rodillas, casi tumbado, sucio suelo, 

observa, quejándose a los dioses;

dioses que ni le miran ni conocen.

Levanta la tapa de la arqueta y rebusca 

entre todos los despojos del tiempo

y los humanos.


Indiferente, el sol se columpia

allá en lo alto.

Compras, escaparates, 

por la calle va la gente.


Mi rasgado silencio

trastabilla en el aire

tropezando con sonidos de tragedia.


No espero al último acto.

De su dolor, un poema.


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