Acabo de comprar el pan.
Tahona con olor a vida,
abrazo antiguo.
….
Del portal de al lado
sale una mujer,
apresurada y segura.
Nada más salir aprieta el botón del
telefonillo. Se oye una voz joven y aguda:
— ¡Qué te pasó!
— No te estreses. Ten cuidado con el jamón encima de la mesa.
Cielo gris,
típica panza de burro veraniega.
Caen gotas que no llegan a ser lluvia.
Preocupado por el futuro,
vuelvo a casa.
Todo es tan confuso.
… Siempre nos quedará el pan.
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