“Volar en las heridas, por el aire cansado y el mar…” A. Rimbaud
La silla sin palabras
no canta la canción que nadie canta.
Veo como la luz rebota en la ventana
retumbando en el silencio detenido,
espacio primigenio entre la voz
y los pulmones.
Vivo la hora presente donde florecieron
las rosas marchitas.
Esa hora
en la que nunca estás,
ocupada por luces oscuras.
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