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miércoles, 28 de diciembre de 2022

Como el cerebro en la cubeta

 Habito mi cuerpo,

como el cerezo habita sus ramas

esperando el fruto.


Conozco el frío del invierno,

siento el crecer de las raíces

y el arrugar de las hojas.


Habito mi cuerpo

o es mi cuerpo el que me habita

enviándome sus quiebras.


Sus temblores

me despiertan con el sol;

me duerme su cansancio

cada noche.


Sus redes filtran la luz,

las sonrisas,

el temblor del paisaje,

el aire en movimiento.


Compartimos el susurro 

de un poema,

el perderse en los ojos,

la explosión de las estrellas.


Latido a latido 

el cuerpo 

pinta el alma

y el alma se hace 

cuerpo.


Habito mi cuerpo

como el cerebro en la cubeta

soñando el sueño 

de la vida.


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