Toda la tarde cabe en la mirada,
Una sola mirada de sosiego”
Jorge Guillén
Piedra, árbol, cielo,
y un colibrí leyendo sonetos
en la hierba.
Tarde de marzo, limpia y clara.
Se enreda el sol entre mis dedos
sosteniendo el tiempo,
apagando llamas encendidas.
El mundo hecho, sin fisuras,
entero para mí.
Todo está bien: asombra este segundo,
suspendido.
Aguarda la luna silenciosa,
mientras buscan las nubes
su destino.
Piedra, árbol, cielo,
y el ruido del agua meciendo el sueño.
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