Hay un cráter
en el fondo de mi pecho
—fuego y nieve—
como un tornado
que en su espiral
engulle caracolas.
Latidos que no tapan el silencio,
el centro se convierte en periferia.
Es la noche del bosque, son sus gritos;
con dolor cruje el suelo en mis rodillas.
Siento lluvia empapando mi piel;
el futuro es un caos inminente,
un gran vacío se abre a los pies:
Érebo dominando mi mente.
Cuando
el mal está dentro
difícil lograr la sanación
sin dañar el cuerpo.
Cuando
el mar está lejos
difícil llegar hasta sus olas
con tu ausencia en peso.
Érebo: en la mitología griega personificaba la oscuridad y la sombra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario