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lunes, 7 de diciembre de 2020

Paisaje más allá de las sombras

 “... para que mi ser se pose sobre el suelo, 

fue necesario un ancho espacio

 y un largo tiempo...”

Ángel González 



Somos memoria,

memoria que alienta 

y sostiene las palabras.

Somos palabras,

que entre sombras y luz

cosen el tiempo.

Somos tiempo cargado 

de miradas.


Para que yo mire 

con mis ojos,

muchas miradas 

construyeron el paisaje.


Vuelvo a pisar las escaleras

de la vieja casa de una infancia;

piedra y musgo. 

Caballo veloz, el tiempo 

me transporta por el sueño.


Casa parada en el silencio, 

como un abrazo 

de abuela en la mañana, 

que el calor aporta 

al frío.


Tiempo de leyendas 

en la niebla, 

fuego en la cocina, 

olor a leña, a gotas 

de lluvia en la ventana.


Personajes de barba 

y ropas negras, sonido

de cencerros entre ramas, 

habla el viento; reviven 

los recuerdos, a los muertos.


Colores de épocas antiguas, 

sueños de nieve y golondrinas, 

caminos angostos, riachuelos 

que llevan a un mar con otra orilla.

Sonido del agua que cae, 

que corre buscando su destino.


El recuerdo va quebrando 

el apagado sonido del pasado.

No soy dueño del tiempo, 

sí del sueño;

aunque la realidad, 

a veces, se equivoque.


...


Llegará un tiempo 

sin pasos, sin latidos; 

otras miradas traerán

luz a mis paisajes 

dando vida a mi vida

en sus pupilas.


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