Entre dos azules
duda el sol esta mañana,
escoge el cielo;
el mar, en duelo,
se hace espejo,
quejido de una ola.
Un deseo se esconde
allá donde amanece,
nieve y fuego.
Muere el reflejo de la luna,
a la sombra se retira un beso.
Despertar frente al océano;
se presiente el movimiento,
el aire respira la quietud
del silencio.
Mis ojos, ávidos de luz,
escriben versos en el aire.
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sábado, 8 de febrero de 2020
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