La larga y sutil mano de la niebla
surge del mar y aprieta mi garganta.
Olas grises se agitan por la sangre
y una nube anida en mis pestañas.
Ya el horizonte es lo que fue,
un punto en una esfera que se aleja.
Dureza de las rocas en la orilla
que hablan de naufragios muy antiguos,
restos de otras vidas,
de un tiempo adormecido.
Del fondo de las aguas
retornan recuerdos del pasado,
sueños rotos cubiertos por las algas,
almas atadas a tablones.
Melancolía derramada por la playa
... todo llora con el mar.
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jueves, 6 de febrero de 2020
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