Te ves
(mientras cae la nieve)
manos y cerezas,
como aquel verano
sobre la escalera
que el árbol sostiene;
tu mano y la rama
llena de sus frutos
redondos y rojos.
Tan solo un recuerdo,
tal vez un deseo.
Cada vez soy menos poeta : a mis casi setenta sigo vivo, casi, a mis setenta. ¿Seré un poeta de tres al cuarto contratado por rimas y sonet...
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