Me disuelvo
en la intimidad
de la lluvia
y sería mar
si no fuese viento.
Voy con cada nítida
gota
cargado de humedad
de puerto en puerto.
Libre pensar y sentir
a pesar de tanto
trueno
que esparce miedo
y ensordece.
A veces solitario en mis ideas
otras veces en medio de la gente.
Mudando lo que es superficial,
yo sé que lo importante permanece
y los tiempos requieren dejar lastre
(cada uno carga su maleta).
Siempre libre de dogmas y consignas
asumiendo el riesgo de las alas
tengo claro cual es el destino
pero sé que son los pasos
los que marcan la justicia
del camino.
Atento a lo que dejo
en cada huella,
sin herir el suelo,
buscando el bien,
curando las heridas
del paisaje.
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