Seguidores

miércoles, 27 de abril de 2022

Ciudad vieja

 Piedras de la ciudad vieja

por la lluvia repicadas,

tantos pasos recorridos

las historias resonaban. 


Como hielo derretido

se rompían los recuerdos,

mezclados con vino amargo

pedazos de pensamientos.


En esta calle hubo un guiño,

en ese café fue un beso,

bajo aquel árbol marchito

una puerta se cerró.


Lánguida tarde de abril,

oscuras por la alameda 

pasan lágrimas furtivas,

vestigios de alguna pena.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Por qué no hay sitio para los mirlos?

  Pan con aceite y un café. El campo frío, todavía. La luz va desplegando el calor de su mirada. Aquí huele a hogar y pan caliente. Allí irr...