Apareces
detrás de esa nube
a la que el sol ganó el espacio.
Amiga, al fin y al cabo,
a mi lado paseando
tanto tiempo.
No te he echado en falta,
esa es la verdad;
pero tengo siempre guardado
un rincón, frío y desnudo,
esperando tu regreso.
Con tu recuerdo no me olvido
que los instantes felices
hay que beberlos gota a gota;
buenos momentos atrapados
en los labios.
El horizonte siempre advierte
a la sonrisa tu existencia.
Y, de repente...
apareces con el sol.
—En las películas siempre llegas cuando llueve—
En mi vida vienes con la luz.
Tanta claridad, tanto espacio,
tanto vacío...
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