La vida te devuelve lentamente
lo que tú regalaste generoso,
por eso lo que siembres diligente
crecerá en el sendero sigiloso:
los frutos aparecen puntualmente
a quien trata la tierra cariñoso.
Prosigue tu camino sin demora,
el mar te espera tras una colina.
Disfruta el horizonte que enamora;
el sol las sensaciones ilumina;
despierta tus sentidos con la aurora,
queda mucho paisaje en la retina.
No te detengas, llegará a su hora,
allá por el mar, donde el sol declina.
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