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sábado, 24 de octubre de 2020

Luz fugitiva

 Abrí la puerta,

me subí a una escalera,

de veinte peldaños,

miré al horizonte: ¿dónde tus ojos?


Tan solo una raya verde

sin su esperanza.


Busqué en los bordes de mis cicatrices, en el vuelo 

de un sueño que anunciaba primavera; pregunté 

a los posos de café en el fondo de mi taza; recorrí 

los festivos marcados en el calendario del próximo año. 


Abatido

entré en la casa... tus ojos

cerrados oscurecían el pasillo.

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