Dentro de mí
suena la mar,
golpean las olas
en mi vientre,
¿se oyen?
Crujido de rocas
en los ojos, naufragios
enredados en el pelo,
algún ahogado atravesado
en la garganta; huele
la piel a maresía.
enredados en el pelo,
algún ahogado atravesado
en la garganta; huele
la piel a maresía.
Sube y baja la marea,
golpean los latidos,
arritmia de sonidos.
La mar:
se agita y se calma,
gris y blanca;
siempre azul.
No soy su dueño.
Suena la mar,
la mar de los poetas,
la mar de los barcos sin velas.
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