Seguidores

domingo, 15 de diciembre de 2024

El aliento del espíritu del bosque

 El torno gira como un sol en torno al cual 

se miran los planetas.

Hermano del bosque y de sus voces:

bidueiros, buxos, sabugueiros, freíxos, 

carballos, abeleiras, raíces que buscan un sentido

bajo el soplo del espíritu del monte.


Igual que el viento —cuenta la leyenda—

fecunda las yeguas del Aloia, 

tus manos le dan vida a la materia;

quisiera Dios tener tanta maestría. 

No hay algoritmo que gane a tu mirada.


Envolviendo el alma en sus anillos

vas abriendo la memoria de la rama,

tus dedos, bailando, encauzan su fortuna 

prestando voz a la madera, juego y sentido.

Todo un cuerpo volcado en el misterio:

el árbol en su danza, tierra y fuego.


Cucharas, tenedores, molinillos,

platos para el pulpo, cascanueces,

peonzas, cuencos o muñecos:

haces magia, los huecos y figuras

adquieren su función en cada casa.


Mano y árbol se funden en común trabajo 

dando forma a la belleza.

El ojo penetra la madera, traza camino,

consigue que lo inerte se haga vida.

Alma, ojo y mano 

hacen del árbol un poema.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Poeta, casi.

Cada vez soy menos poeta : a mis casi setenta sigo vivo, casi,  a mis setenta. ¿Seré un poeta de tres al cuarto contratado por rimas y sonet...