Anochece,
yo escribo desde el fondo
de paredes grises;
una sombra ilumina el horizonte,
apura la luna una copa de ron
en el bar del puerto tras la noche oscura.
Por el mar un barco reclama su luz
a la luna.
A este lado de las olas
el día se acaba.
Todo se ilumina:
quedan los colores,
quedan las palabras
sembradas
sobre la arena,
un “haz de luz” sobre la playa.