Llueve,
desde mi ventana
observo:
bajo el pórtico,
hierático,
su mirada
perdida
en la lluvia,
cartones en el suelo,
un carro de supermercado
lo que guarda de su vida.
Nadie por la calle,
llueve
tras los cristales.
Pan con aceite y un café. El campo frío, todavía. La luz va desplegando el calor de su mirada. Aquí huele a hogar y pan caliente. Allí irr...
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