Llueve,
desde mi ventana
observo:
bajo el pórtico,
hierático,
su mirada
perdida
en la lluvia,
cartones en el suelo,
un carro de supermercado
lo que guarda de su vida.
Nadie por la calle,
llueve
tras los cristales.
Cada vez soy menos poeta : a mis casi setenta sigo vivo, casi, a mis setenta. ¿Seré un poeta de tres al cuarto contratado por rimas y sonet...
No hay comentarios:
Publicar un comentario