Se cierra una puerta, sin ruido,
imperceptible movimiento.
Otro lado se abre, sigiloso.
Quedan imágenes, palabras,
nubes; algún rayo de sol, una cereza
en un cerezo; una cerilla que se enciende.
Una procesión de hormigas subiendo
por el árbol.
Un libro, un viejo disco de vinilo,
una ventana. El árbol con hormigas
bajando en procesión. Una ola
que se cuela por debajo de la puerta.
Un barco de papel buscando
el viento.
Un espacio te separa de la luna.
Una canción de cuna en tus oídos.
El árbol sin hormigas. Un pájaro
cansado asoma su cabeza
en una rama.
Cada uno de los lados que limitan
tu todo inacabado.
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